Sinónimo de tranquilidad, Japón ha sido visitado durante mucho tiempo por aquellos que buscan una ventana a las prácticas del budismo zen. Desde delicados jardines de rocas hasta sutras relajantes, la oportunidad para la experiencia espiritual es abundante.
Kanazawa, una ciudad conocida por el oro y los jardines, es un centro poco conocido de creencias zen que ofrece oportunidades únicas para participar en prácticas antiguas. El nombre de la ciudad, que significa “pantano de oro”, se deriva de la leyenda de un campesino local que lava papas y descubre oro. Hace unos 500 años, la secta budista Ikko estableció un gobierno en la ciudad y después de batallas y guerras, la ciudad floreció después de la Restauración Meiji, convirtiéndose en la capital de Ishikawa. Esta larga tradición de gobierno budista ha dejado una impresión significativa en la ciudad, convirtiéndola en el lugar perfecto para explorar las tradiciones involucradas.